Se puede cambiar para siempre y siempre se puede cambiar.

Por: Sergio Valdivia Correa.  Chile.

Hay diversos métodos para reprogramar el subconsciente y quitar fobias, temores y hábitos perjudiciales. Muchos se preguntan si una vez reprogramada la mente, el cambio es para siempre.

Sí y no. Podemos hacer un símil con una de esas videocintas, utilizadas antaño para grabar. Supongamos que desea utilizar ese aparato, pero tiene grabaciones que en una época eran importantes para usted, pero que en la actualidad decidió que no le servían. Entonces, desea ocuparla en algo nuevo, en nuevos programas e imágenes.

 

Puede entonces grabar encima de lo antiguo. Lo anterior desaparecerá. Esto es definitivo. Pero también, más adelante podrá cambiar de opinión y querer grabar otras imágenes que considere más valiosas que las actuales. Así modificará lo de hoy por algo de mañana.

 

La mente subconsciente es análoga a esto. Puede grabar nuevos mensajes y los antiguos desaparecerán para siempre. Pero esto no significa que no podrá modificarlo a futuro. No hay que temer pues si lo que ahora puede intentar cambiar dentro de sí en el futuro le demuestre que no era todo lo ideal o correcto que deseaba ¡Simplemente lo modifica otra vez!

 

Decía que hay una analogía con la videocinta. Esto quiere decir que se parece, pero no es igual. 

Porque en el caso de la mente humana, nada se puede, en rigor, borrar. Lo que se cambian son las sensaciones, impresiones, asociaciones y sentimientos asociados a esas imágenes. Por ejemplo, un niño tartamudea al exponer un tema frente a su curso debido a su tensión nerviosa. La imagen de exponer un tema queda grabada con la asociación de inseguridad y tartamudez, y con los sentimientos de fracaso y humillación. 

Cuando adulto, tendrá limitaciones para hablar en público: surgirá temor y angustia. Si no lo soluciona pronto, esto irá aumentando. La hipnosis y otras técnicas de reprogramación no harán olvidar lo que sucedió cuando niño. Pero sí logrará quitar las asociaciones negativas y convencer al subconsciente que ahora es una persona diferente, con otras capacidades desarrolladas. Además, esto dicho, es la realidad.